LA
VANGUARDIA
22 septiembre
2018
Almirall
abandona su apuesta por la estética y refuerza dermatología
El grupo cierra la compra de cinco
fármacos de Allergan por 466 millones
El grupo farmacéutico Almirall
anunció ayer la culminación de la compra de la cartera de dermatología de Allergan, por la que pagará 466 millones de euros en
efectivo y otros 84 en el futuro si se cumplen hitos de ventas.
La firma controlada por la familia Gallardo anunció también
su retirada del negocio de la medicina estética, en el que entró en el 2016 con
la compra por 80 millones de dólares de la compañía estadounidense ThermiGen, especializada en tratamientos estéticos por
radiofrecuencia, y que reforzó en el 2017 con la compra a la francesa Symatese de la licencia mundial para comercializar una
nueva gama de rellenos faciales con ácido hialurónico, con una inversión de 7,5
millones de euros.
El anterior consejero delegado, Eduardo Sanchiz,
había señalado que Almirall tenía una “dirección
estratégica orientada a la dermatología y a la medicina estética” y la compañía
incluso incorporó a su consejo a una experta en el sector, Georgia Garinois-Melenikiotou,
vicepresidenta ejecutiva de Estée Lauder. Con el
nuevo consejero delegado, Peter Guenter, en cambio,
la compañía ha decidido centrarse sólo en dermatología y ayer anunció que
“buscará opciones estratégicas para su negocio de estética”.
Portavoces de la compañía explicaron que la medicina
estética no ha llegado a despegar dentro del grupo, donde sólo aporta 29
millones de euros sobre las ventas de 750 millones del año pasado. Ahora la
empresa prevé salir del capital de ThermiGen en el
primer semestre del 2019.
La compañía explicó que “continúa centrada en su franquicia
de dermatología médica, la cual se convertirá en el principal impulsor de
crecimiento” tras el acuerdo con Allergan, ya que le
aportará alrededor del 45% de las ventas netas. Almirall
asegura que la compra de cinco productos a la compañía estadounidense le
permitirá reforzar su portafolio en el mercado dermatológico más grande del
mundo. La transacción, además, “es totalmente sinérgica y no incluye estructura
corporativa, red de ventas o personal de fabricación”, explicó, y ha impulsado
las acciones de la compañía en bolsa desde que se anunció el pasado 3 de agosto.
La cartera adquirida incluye una nueva entidad química y
cuatro marcas maduras y en crecimiento en el mercado americano: Aczone (dapsona), Tazorac (tazaroteno), Azelex (ácido azelaico) y Cordran Tape (fludroxicortida),
que generaron unas ventas totales en Estados Unidos de 59 millones de euros en
el primer semestre. La firma ha financiado la compra mediante un crédito puente
del BBVA y del Banco Santander, que situará su deuda en 2,5 veces su resultado
bruto de explotación (ebitda).